Muchas veces en el ámbito urbano, dudamos a la hora de podar...

El planeta necesita de sus árboles, como un elemento esencial que garantiza la vida. Los habitantes de las ciudades tienen derecho a los beneficios que ofrece el arbolado urbano, ya que el mismo constituye un bien primordial que mejora la calidad de su hábitat.
El árbol de la vereda no pertenece al frentista por más que lo haya plantado, sí es parte del bien publico de un municipio, por lo tanto su cuidado es una responsabilidad compartida . Unos y otros deben aunar esfuerzos para preservar la única foresta que poseen los ambientes urbanos, los árboles de nuestras calles.
Año a año asistimos a la destrucción del patrimonio arbóreo. En la mayoría de los casos los vecinos podan sin contemplación llegando a cortas estructuras que no deben ser tocadas, produciendo así enormes daños que condenan a ese ejemplar a una muerte lenta pero segura.
Pero si bien se cometen estos arboricidios anuales sin ningún sustento técnico, también es cierto que a la inconducta y el desinterés de la población se agrega la misma actitud por parte de las autoridades pertinentes, en cuanto a llevar una política coherente con respecto al arbolado público y a los espacios verdes.
En el momento de formar conciencia popular sobre la importancia del árbol, especialmente en la ciudad y modificar responsabilidades para paliar una situación por demás lamentable, que empobrece la calidad de vida. Hacemos aquí un breve aporte a la educación ambiental presentando una síntesis de motivaciones que provocan la pregunta ¿ podar o no podar ?.
NO DEBES PODAR UN ARBOL SIMPLEMENTE PORQUE: las hojas tapan los desagües, para no barrer la vereda, para que el árbol crezca más fuerte y sano, queda más prolijo, para ver mejor el cartel o la vidriera, es muy grande o muy viejo o por la costumbre de que hay que podarlos.
En general ninguno necesita poda, pero si hay que hacerlo que sea conservadora y correctamente

La buena poda de un árbol implica lo siguiente

1) Los cortes deben ser verticales para que la lluvia y la polución ambiental no penetre por los muñones enfermando al árbol.
2) Sacar las ramas enteras sin desgarrarlas.
3) Previo al corte de la rama conviene seccionar la corteza desde abajo para que al retirar la rama no desgarre parte del tronco.
4) Si la rama es muy gruesa o pesada seccionarla en trozos. Comenzando por la punta. Estas ramas se cortarán sólo si el árbol tiene otras de igual porte que mantengan el equilibrio del ejemplar.
5) Eliminar sólo aquellas ramas y puntas que hagan falta.
6) No podar las ramas que formen un techo, si hacerlo con aquellas muy bajas que molesten el paso de peatones o vehículos.
7) No es necesario talar un árbol cundo sus raíces levantan la vereda. Se puede cortar sólo la raíz que molesta en forma paralela al tronco y luego efectuar una poda de ramas de manera que el árbol mantenga su equilibrio.
8) En caso de cableados y luminarias tampoco es necesario podar todo el follaje, sólo se cortarán las ramas que amplíen el cono de luz o las necesarias para producir el " efecto túnel" que permita el paso del cableado aéreo.
9) Según el tamaño de las ramas se empleará una tijera manual para poda, en segundo orden los serruchos con dentado especial y por último las motosierras.
El hacha y el machete deben ser desterrados en el momento de hacer una poda correcta.
La cultura moderna redujo al árbol a un elemento ornamental, menospreciando su valor como bien de primera necesidad.
Educar sobre la importancia del árbol para la vida es una obligación cuando vemos que el cemento aísla cada vez mas al hombre de la naturaleza. Se ha borrado el paisaje y lo que es peor se ha borrado nuestro contacto con la tierra.
Dentro de este panorama, el árbol pasó a ser algo molesto que puede ser talado a mansalva en pos de un progreso mal entendido. En realidad, es un amigo silencioso que nos brinda con generosidad todo lo que posee, contención, frescura, pureza, lección de vida, sin pedir retribución alguna.
Recordemos que el árbol es un ser vivo y como tal merece nuestro respeto.

Los avances de la forestación afecta a los montes nativos y a la biodiversidad

En esta foto tomada en el interior de la Provincia de Misiones, se puede apreciar un desmonte, donde se deja de lado el monte nativo para proceder a una plantación de Pino.
¿Será que las personas no piensan en el ambiente? o ¿qué no toman conciencia del daño ambiental que se está produciendo?, son muchas las preguntas que nos hacemos, pero hay una verdad que no se puede evadir; Muchas veces las personas forestan para sacar ganancias económicas y no piensan que un monte tarda mucho más tiempo en crecer que las plantaciones que ellos hacen y esto quiere decir que lo que falta no es concientización, si no que falta una decisión política firme que defienda y que pueda regularizar las forestaciones que se llevan a cabo en las chacra.

El pino en misiones

Es una de las principales plantas que se eligen al querer forestar debido al gran avance que han tenido los laboratorios al generar su crecimiento más rápido.
Dento de esta especie, se encuentran los más utilizados que son el Pino Taeda y Elliotis, ya que son los que con más rapidez crecen y no se deforman tanto como las otras clases.
Gran parte de los campos y chacras que antes eran ocupados por yerbales o tezales, u otras plantaciones han sido ocupadas por una masiva plantación de Pino; al pasar los años, esas plantaciones mueren por falta de solo y agua que consume el pino, cabe aclarar que no es solo el pino que produce esto sino también el Eucaliptus, el Cedro Australiano, entre otras muchas variantes. Las plantaciones forestales son un gran recurso económico a largo plazo, por ello el uso de fertilizantes y hormonas para el rápido crecimiento y desarrollo en las plantas es cada vez más frecuente.